El debate y nuestra dictadura cool

28 Noviembre, 2018

Por DANIEL MENDOZA LEAL

@elquelosdelata

No vengo a hablar de Martínez ni del grupo aval, ni de los contratos ni de las coimas, ni de si el fiscal sabía o no sabía que el torcido existía. Yo quiero hablar de lo que vi, no de lo que me han dicho los de una orilla y los de la otra. Hoy no soy ni abogado ni periodista, piensen en un tipo cualquiera que vio como en ese debate se terminó sepultando nuestra democracia. La enterró Uribe y su mafia de legisladores, sicarios de la constitucionalidad a quienes todo les salió según lo planeado.

Muchos podrán darle la razón al uno o a los otros, pero lo cierto es que el Fiscal habló, se pudo defender, tuvo su espacio de acuerdo a la ley y a las formalidades propias del procedimiento legislativo. Después el micrófono estuvo abierto de piernas para sus más aguerridos defensores.

La linda Paloma con alma de chulo, tuvo tiempo y pantalla para refritar un video de hace 14 años en el que un artista llamado Simón Vélez, que no es ni traqueto ni contratista del distrito como salió de su pico, le daba una donación al movimiento del hoy senador y excandidato presidencial Gustavo Petro.

Al video le quitan el volumen porque si lo tuviera se podría escuchar claramente lo que dice el escultor: en este van los de 5 y en este otro los de 10. Así fueran billetes de 20, tres fajos, fue lo primero que pensé, no podían sumar más de 20 millones. Alguien me aclaró que fueron 25 millones lo que recibió Petro como donación que quedaron consignados en las cuentas del partido. No pudo ser una coima, ni un torcido ni nada oscuro. Tampoco se puede afirmar que fue a cambio de prebendas gubernamentales que estaba recibiendo esos billetes, sencillamente porque para esa época él no estaba aspirando a la alcaldía. Hace varias décadas Pablo Escobar quiso hacerle lo mismo a Rodrigo Lara Bonilla, cuando lo quiso encochinar con unos cheques que de él recibió su campaña.

Hasta ahí, digamos, vale, es un canillazo cochino pero bueno, todos sabemos que el congreso y el cartucho, solo se diferencian en el tamaño de los puñales que cargan encima sus habitantes. Si a Petro le hubieran dado la oportunidad de decir lo que yo estoy diciendo, el chulo hubiera caído desplumado y con el pico abierto.

La línea dramatúrgica estaba perfectamente trazada por el Centro Democrático y por Macías, el rector que nos puso el uribismo allá arriba. Macías sí, el mismo que se paró el día de la posesión de Duque con una esvástica en la boca, Macías, ese, el otro capataz de Uribe encargado de darle comida a sus reses. El peón de marranera. Macías el presidente del senado. Ese Macías que es el que manda o también el que manda a mandar, esta vez, a sabiendas de que en cámara iban a coger la constitución de papel higiénico, dejó a otro senador desconocido que de un portazo en la cara terminó el debate frente al país entero, que tenía todo el derecho de saber lo que en verdad contenía ese video malicioso y las versiones de los citantes senadores de Colombia Humana, El Polo y los Verdes, respecto de las explicaciones que dio el fiscal.

Allí al frente estaba esa Colombia picha con la batuta en la mano, dejando sonar los trombones del uribismo y callando las trompetas sabrosas de sus contradictores.

Vivimos una dictadura. Empezó con este gobierno. Una dictadura muy peligrosa porque no la ve nadie, es como los carros último modelo, inholora, incolora, insabora, como un frasco de veneno perfumado pero devastador. El tipo más peligroso de tiranía. Colombia es una dictadura cool con un presidente cool de gafa negra y corista de Maluma. Una dictadura cool en la que podemos salir a la calle a protestar pero sin molestar a los mayores. En ella a los que hablamos nos chuzan, nos siguen, nos amenazan, nos persiguen y nos hostigan, o nos matan como a los miles de líderes sociales cuyas voces no deja oír la sicodelia esquizofrénica y combustiva de las grandes ciudades. Una dictadura cool en la que entre un gamonal y todo un estamento amangualado, apachurran la intervención de la oposición y en pleno debate parlamentario le apagan la luz al pueblo y lo mandan a dormir.     

@eldiabloesdios